El suscrito, a través de este artículo, expondrá a los estimados lectores dos perspectivas distintas sobre la alimentación que el Ser Humano debe practicar, y que están contenidas en
Dentro de los argumentos bíblicos que prohíben el consumo de carne en la alimentación Humana se citan algunos extractos, de entre los cuales se destacan los siguientes:
- Génesis 1.29-30: “Y dijo Dios: he aquí que os he dado toda planta que da semilla que está sobre toda la tierra y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde le será para comer. Y fue así”.
- Génesis 9.3-4: “Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento; así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre no comeréis.”
- Proverbios 15.17: “Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio”.
- Isaías 66.3: “El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro…”
- Éxodo 20.13: “No matarás”
- Capítulo 11, libro de Levítico: En este capítulo Dios, en el pacto con el pueblo Judío les indica las especies de criaturas que permite sean matadas para comer y las que no. Resalta de entre las que se permiten comer todos los animales con pezuña hendida rumiantes, las especies acuáticas con aletas y escamas, e insectos de cuatro patas que tuviera piernas además de sus patas que saltan sobre la tierra.
- Deuteronomio 14.3-21: Se hace un listado específico de todos los animales que se pueden comer y los que no; de entre algunos animales que se permitían comer estaban el buey, la oveja, la cabra, el ciervo y la gacela; entre algunas de las especies de consumo prohibido estaban el camello, la liebre, el conejo, el cerdo, el buitre, el cuervo y la cigüeña. Se insta al lector que lea estas dos últimas citas que por motivos de espacio no es posible su transcripción. Así mismo, dentro de esta categoría se encuentra el pasaje donde el Maestro Jesús dio de comer a más de cuatro mil personas con pan y peces (San Mateo 15.32-39 y San Marcos 8.1-10), aunque hay que resaltar que el Divino Maestro permitió comer a la multitud porque sintió compasión de verlos sometidos a un ayuno prolongado.
Una vez expuestas las dos visiones bíblicas sobre el tema este autor considera que